Gonzalo Moratorio conversa con El Periódico del Este.
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Gonzalo Moratorio entre los diez destacados de “Nature”: Parque del Plata, el control de la pandemia y los nuevos desafíos

Entrevista

Año a año la afamada revista británica “Nature” realiza un listado de diez personas destacadas en el ámbito científico a nivel mundial. Lógicamente en 2020 la nómina se centró en figuras que han contribuido de manera significativa al control del virus que ha transformado nuestra realidad: el Covid-19.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director general de la Organización Mundial de la Salud, es uno de ellos. La epidemióloga Li Lanjuan, pieza clave para que el gobierno chino aceptara cerrar la ciudad de Wuhan cuando se detectó el virus, también está incluída, al igual que Kathrin Janse, Jefa de Investigación y Desarrollo de Vacunas en Pfizer, solo por dar un ejemplo de la talla de los profesionales que menciona la publicación. La lista continúa y nos trae un nombre latinoamericano: Gonzalo Moratorio. Uruguayo de 38 años, activo investigador, virólogo y docente, a quien la publicación británica apodó “el cazador de coronavirus”.

A partir del momento en que la nómina se hizo oficial su teléfono no ha parado de sonar. Los principales medios de comunicación de todo el mundo lo han entrevistado. Desde la BBC de Londres hasta el diario El País de Madrid; desde 20 Minutos hasta La Tercera de Chile. Incluso el diario deportivo AS de España habló de él. Los principales canales televisivos de nuestro país le han brindado espacios muy generosos en los que Gonzalo se las ingenió cada vez que pudo para mencionar a su balneario querido, Parque del Plata.

Quienes nos conocen, saben que como comunicadores de la Costa de Oro creemos en la necesidad de generar una identidad costera y un sentimiento de pertenencia en las nuevas generaciones de nuestra zona. Es así que entendimos que estábamos frente a una excelente oportunidad para conversar con Gonzalo acerca del reconocimiento, de la pandemia, de los nuevos desafíos, pero principalmente, del tema en el que la “prensa grande” no se detuvo: su relación con la Costa de Oro. Así que procuramos la entrevista que gracias a queridos amigos logramos convenir. La charla se dio en el único lugar en el que podría ser perfecta: sentados en un murito bajo la sombra de un árbol de la casa de sus padres en Parque del Plata.

“Con la Costa de Oro tengo una relación íntima. Parque del Plata es el lugar donde pasé mi niñez, mi adolescencia. Aquí, en esta casa en la que tengo el gusto de recibirte que es la casa de mis padres en donde nos criamos con mis dos hermanos. Es el lugar a donde me escapo para descansar. El lugar donde voy a los supermercados o a los restoranes y converso con la gente”, nos contó.

Navidades y años nuevos; vacaciones y semanas de turismo; fútbol, surf y amigos. La familia Camino, la canchita de atrás, la bajada de la 18, el diario que venía siempre a tiempo en la moto de “El Pocho”, las lasagnas del Restorán Maruja… Rincones y recuerdos que nunca olvidará. Como aquel día en el que recibió uno de los regalos más lindos: “Mi tía Marisa, que falleció hace unos años, me regaló mi primer tablón para que acá en la desembocadura, antes que se moviera el arroyo, pudiera divertirme con las olas cuando tenía unos quince años. Desde ese momento ese rincón fue un poco el potrero para surfear”, recordó, aunque aclaró que hoy en día prefiere las olas de Cuchilla Alta y Balneario Argentino a la hora de practicar el deporte. “Hoy por ejemplo, me fui con un amigo a las siete de la mañana a tirarme con el tablón en Balneario Argentino. Le tengo que pedir disculpas a los pescadores que a veces tienen que lidiar con el nuevo boom de surfistas. Antes éramos poquitos, ahora somos muchos”, agregó con una sonrisa.

Asegura que su amor por este lugar es “incondicional” y se alegra del crecimiento demográfico que se ha registrado en los últimos tiempos y que le aporta vitalidad a la zona. Desde lo negativo, observa con preocupación el aumento de la inseguridad. “Los vecinos se quejan y con razón”, opinó.

También ubica dentro de los aspectos negativos de los últimos años el corrimiento del arroyo Solís Chico, aunque reconoce los trabajos que se vienen realizando para recuperar cientos de metros de playas.

EL CONTROL DE LA PANDEMIA

Si bien a esta altura la pandemia parece haberse instalado con fuerza en nuestro país, al mes de diciembre del 2020 Uruguay había logrado controlar la situación al punto de registrar menos de cien fallecimientos por causa del virus. Ese detalle fue especialmente destacado en el artículo de “Nature”, en el que se hace mención a los kits creados por el virólogo uruguayo, que hicieron posible realizar una cantidad muy importante de test.

“Fue un proceso dinámico con mucha adrenalina y concentración, junto a Pilar Moreno con quien lidero el equipo de investigación”, dijo Gonzalo. “Cuando se produjeron los primeros contagios de marzo había en Uruguay cien test. Sabíamos la velocidad que este virus tenía para propagarse como todo virus respiratorio. En ese momento nos comprometimos con la idea de generar capacidades nacionales escalables y comparables con las generadas por los kits importados, y básicamente durante los primeros meses de la epidemia por lo menos el 40 % de los test del Uruguay se hicieron con este desarrollo. Pero más importante que eso fue el montar laboratorios en todos los hospitales públicos de Montevideo: el Pasteur, el Pereira Rossell, el Hospital Maciel, el Instituto Nacional del Cáncer, Hospital de Clínicas. A todos esos lugares fuimos de forma honoraria gracias a un equipo de gente muy joven, les enseñamos a utilizar esta tecnología y luego montamos otros laboratorios. Así se armó una red pública que luego llega a Tacuarembó, Salto y Rocha, gracias a la descentralización de la Universidad de la República, laboratorios que permitieron testear y contener la pandemia, junto a muchas otras medidas. Y lo principal fue el comportamiento de la gente, que nos sirvió para pasar ocho o nueve meses como nadie y ganar muchísimo tiempo. Es importante recordar que el pronóstico era que en noviembre Uruguay iba a tener 120.000 infectados y más de 3000 muertos y llegamos a diciembre con menos de 100, aunque hoy ya estamos superando largamente esas cifras lamentablemente”.

Gonzalo reconoce que estamos pasando por un momento delicado. “La situación es grave, una situación para alarmase y volver a concientizarnos”, subrayó. “Es ahora donde nuevas estrategias tienen que llegar y salir a la cancha para seguir conteniendo esto. Entre ellas están las vacunas. Es momento de pedirle a todos que sigamos haciendo esfuerzos, que sigamos manteniéndonos en el círculo de personas que habitualmente frecuentamos, que nos cuidemos, que usemos el tapaboca, el alcohol y mantengamos los cuidados que ya sabemos todos de memoria”, agregó.

Pensando en el futuro, el virólogo uruguayo espera una recuperación que va a ir llegando paulatinamente. “Según mi punto de vista, cuando llegue la vacuna no quiere decir que se terminó el tapaboca. El Tapaboca llegó para quedarse por mucho tiempo. Perfectamente un año, año y medio, tal vez más, mientras logramos que la vacuna, poco a poco, nos acerque a esa vieja normalidad. Porque se necesita aproximadamente un 70 % de la población vacunada para generar la famosa inmunidad de rebaño o colectiva que permita proteger al otro 30 %”.

LA CIENCIA Y SUS RECURSOS

Gonzalo Moratorio aprovechó la gran cobertura que su distinción internacional le dio en los medios de comunicación, para hablar sobre la necesidad de que en Uruguay se vuelquen más recursos a las ciencias. También lo hizo en esta charla con El Periódico.

“El Uruguay es de los países que invierte menos, incluso en comparación con nuestros vecinos cercanos, Brasil, Argentina, Chile. Realmente tenemos que hacer un esfuerzo mayor porque está más que demostrado en países escandinavos y asiáticos, que la inversión en ciencia y tecnología luego de unos cinco, diez, doce años, impacta de forma directamente proporcional en crecimiento del PBI a nivel global de un país. La ciencia es esencial, tiene que ser pensada en las energías renovables, en el medioambiente, en hacer procesos sustentables, en la salud, en lo agropecuario. La ciencia nos va a dar valor agregado, conocimiento y soberanía a nivel nacional. Nos va a dar independencia. Por ejemplo, en este momento en el que lo más preciado es un producto científico, como es una vacuna, imaginemos como estaríamos si en Uruguay pudiéramos desarrollar nuestras propias vacunas”, opinó.

CONFIANZA EN LAS VACUNAS

Con casos de Covid crecientes en la mayor parte del mundo occidental, los profesionales de la salud ponen sus fichas en la efectividad de las vacunas que ya se están aplicando en varios países. De todos modos, también se hacen sentir grupos que cuestionan la efectividad de las mismas. Moratorio es enfático en este tema y defiende su postura con claridad: “Yo tengo confianza en las vacunas. En las que ya se están aplicando, la de Moderna, Pfizer, Oxford, incluso Sputnik, la vacuna rusa por la que siempre me están preguntando. Es cierto que ha existido mas visibilidad de los resultados y pruebas de algunas que de otras, pero por ejemplo la vacuna rusa y la de Oxford utilizan tecnologías mas antiguas que tienen décadas de ciencias básicas aplicadas que las respaldan y por eso, confianza también en ellas. Yo soy un gran defensor de las vacunas que son las que junto al agua potable y los antibióticos son parte de los elementos que han permitido pasar en los últimos doscientos años de una esperanza de vida de cuarenta y cincuenta años (hombres y mujeres respectivamente), a setenta y ochenta. Entonces… ¿cómo no confiar en las vacunas?”.

Según explicó, hay grupos prioritarios a la hora de comenzar a inmunizar. El personal de la salud, los pacientes de diálisis y los adultos mayores están en la primera fila.

“Todo el mundo está buscando la vacuna y seremos testigos de la campaña de vacunación más grande de la historia de nuestra especie”, concluyó.





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