Nicolás Burgueño Kosenco
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Primer #LicenciaParaOpinar del 2021

Por Nicolás Burgueño Kosenco

Viernes 8 de Enero, en la mañana, como tantas otras veces durante el año estaba sentado en la playa de Atlántida, mirando el agua, de un color verde transparente como pocas veces tenemos la suerte de disfrutarla, con una temperatura ideal, todo el entorno generando una magia alquímica que despierta algo interno, esa quinta esencia  de la que hablan los herméticos… y yo saqué mi cuaderno para comenzar a escribir la “primer columna del año 2021”. ¡Qué fuerte suena eso teniendo en cuenta lo que fue el 2020!

Mientras me enfrentaba a la hoja en blanco (ese enemigo de tantos escritores reales – imaginate a los que no somos tan escritores), y me daban vuelta en la cabeza muchos temas, que el año que se fue, que “el tema de moda” (voy a intentar no nombrarlo), comenzó un nuevo ciclo en este calendario gregoriano que adoptamos en nuestro país como convención para medir el tiempo (tan alejado de los fenómenos naturales como solsticios y equinoccios, o de otras formas de medir el calendario que utilizan o utilizaban otras culturas, civilizaciones, religiones, escuelas filosóficas), ese instante en el que se depositan todas las esperanzas de que el nuevo ciclo que comienza sea el bueno, que quede atrás algo y que comience algo nuevo mucho mejor que lo que ya venía… y mientras escuchaba el sonido del agua, sentía el viento en la cara, el sol me acariciaba, mis pies jugaban con la arena, y mi atención se enfocaba en esa hoja en blanco, mi mente daba vueltas y vueltas acerca de tantos temas de los que podría “Opinar”.

En la “opinión pública” (y en la manija de las redes sociales), el fuego cruzado es cada vez más intenso, no han dado tregua ni “Las Fiestas”, aún se discute hasta quién ganó o perdió las elecciones en el 2019 (y si era más capaz “el zemilla” o “pompita”), se discute de si estamos transitando una pandemia o si es una “plandemia” que las élites han orquestado, si de las 200 vacunas que hay como candidatas en todo el planeta, alguna es mejor o peor, o si las vacunas nos van a inocular un microchip que se va a activar con el 5G inhibiendo la glándula pineal que nos vienen desgarrando con cada hisopado, si se abre alguna perilla y se cierran otras, que ellos son culpables de los contagios, que los otros son culpables de los contagios, que la pirotecnia si/ la pirotecnia no, que si son lucecitas pero no ruido está bien, que si son lucecitas también afectan a los pájaros y pueden incendiar todo, que las aglomeraciones, que le creo al GACH/que el GACH son unos chantas, que SI A LA LUC (YO NO FIRMO), que NO A LA LUC (YO FIRMO), que NO A LA LUC (YO FIRMO, pero no del todo, algunos artículos nomás), que el Presidente hace surf en vez de pescar o hacer salsa de tomate en un galpón, que tiene barba desalineada/que el otro tenía uñas de los pies largas, que las conferencias (que genio que da la cara y está presente/ que tipo que vende humo y desaparece), que el tarifazo/el déficit fiscal que dejaron, que las rutas están llenas, que vienen por todo/que se robaron todo, que los buenos somos nosotros y ellos son los malos/que los buenos somos nosotros y ellos son los malos… que blanco/que negro… que el “intento de golpe de estado” de los seguidores de Trump en el capitolio… y el principal era un tipo disfrazado… que… Levanté la mirada y volví a ver el agua verde… ¿será ese el “color esperanza” de la canción de Diego Torres?… dejé la lapicera (ya a esta altura la hoja estaba llena de garabatos sin un orden alguno), agarre la tabla y me metí al agua a remar un rato hacia adentro, me caí varias veces, disfrutando cada caída más que la anterior (como la vida misma, la satisfacción de volver a levantarse), y desde allá adentro, en solitario, pude ver desde lejos (y en ese instante se diluyeron todos los pensamientos y el Aquí y Ahora me llenó de Presente.

¿Acaso podremos en este 2021 ver “desde lejos”? ¿Podremos trascender las diferencias y acercarnos un poco más desde la parte humana? ¿Podremos elevar el nivel de debate y dejar de ser tan confrontativos por todo? ¿Podremos ser cada día más fraternos y tolerantes en nuestras comunicaciones? Yo creo que sí, que podremos, que somos cada día más los que hace años intentamos elevar la mira, trascender la falsa dualidad, dejar atrás las diferencias en busca de las coincidencias y en busca de mayor unión, algunos seguimos escuchando “Imagine” de John Lennon y suscribiendo a cada palabra, y no nos han podido silenciar, ni quemarnos en la hoguera, ni lo van a poder hacer. Algunos vamos a seguir mostrando (o intentando mostrar) que se puede ver de otra forma la realidad, y que en esa realidad la verdad es la suma de todas “las verdades”, y que las opiniones de todos merecen ser escuchadas y respetadas, algunos trascendimos los fanatismos político partidarios, religiosos, futboleros (o al menos lo intentamos a cada instante) y pudimos alejarnos un poco y mirar el todo como una sumatoria de verdades individuales (algunas con las que coincidimos más y otras con las que estamos totalmente en contra)… pero… ¿qué escribir como primer columna del 2021?.

Respirar hondo, mirar hacia adentro, y agradecer, por estar vivo (agradecer por los que están vivos aún y por poder sobrevivir la mayor cantidad posible de humanos –que a esta altura no es poco-), agradecer por tener algo sobre la mesa y alguien con quien compartirlo (por poco o mucho que sea ese algo y por pocos o muchos que sean esos alguien), aceptar lo inevitable como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, dedicar más tiempo a ese crecimiento y a ser mejores personas día a día, reírnos más, ser más racionales al opinar sobre algo, que la resiliencia sea una característica en nuestras vidas.

Elijo dedicar esta primer columna del 2021 para expresar mi deseo de que podamos superar ese fanatismo irracional que lleva a mucha gente a no poder pensar con lucidez, y menos aún a expresar lo que piensa y comunicarlo con respeto, bienvenida la firmeza, pero con respeto y tolerancia. Que se pueda intercambiar de todos los temas desde un plano racional, desde el plano de las ideas, dejando de lado las falacias  y los velos y vendas que llevan a repetir dogmas, frases hechas, eslóganes vacíos.

Quiero agradecerte por leer hasta acá, y desearte lo mejor en tu vida, abundancia en todo, y mucho trabajo en vos mismo para que puedas ser cada día mejor persona, que tengas la habilidad de ver lo positivo en cada situación y que la vida nos encuentre siempre, desde la coincidencia o la discrepancia, juntos, buscando un mejor mundo para vivir, hoy, y para dejarle un mejor mundo a nuestros hijos, y mejores hijos a nuestro mundo, y que puedas, a cada segundo, en cada acto, en cada palabra, en cada pensamiento, HONRAR LA VIDA.

Y otra cosa para finalizar, #ReíteDelFanatismo y acordate que todos tenemos #LicenciaParaOpinar.

Al final, había tantos temas para opinar, y la primer columna del 2021, terminó siendo una simple #FilosofíaBarata.

¡FELIZ 2021!





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