Hemos vivido temporadas buenas, medianas y malas. Con excelente clima, con lluvias o temporal. Hemos visto cambiar las caras, los autos que pasan por el centro de Atlántida. Nos hemos quejado por el estado de abandono que alguna vez tuvieron las plazas de la ciudad y luego, cuando se recuperaron, lo hemos celebrado y comunicado con mucho placer. Hemos visto también como han cambiado una y otra vez las marquesinas de los comercios de esa manzana tan céntrica, tan nuestra. Muchas cosas han sucedido desde que en el año 1979 se comenzó a construir el edificio Portofino de Atlántida para, poco después, quedar ahí, inconcluso, congelado en el tiempo.
En 18 meses, un año y medio, el Edificio Portofino quedaría por fin terminado y esa es una gran noticia. Ello será posible gracias a un acuerdo que se ha generado entre las autoridades locales y un grupo inversor compuesto por cuatro actores fundamentales.
El alcalde de Atlántida Gustavo González aseguró a El Periódico del Este que “se encontró la fórmula mágica para destrabar un conflicto que teníamos instalado en el medio de Atlántida”.
González explicó que gracias al Plan de Ordenamiento Territorial se logró “obtener las herramientas jurídicas para sugerir que esto se arregle de una buena vez. Los dueños y los inversores lo entendieron en forma muy clara. Es un proceso que llevaré siempre en mi corazón, toda esa negociación que se hizo y que va a permitir tener ese edificio terminado”.

Durante mucho tiempo, el tema “Portofino” resultó una piedra en el zapato para las autoridades de Atlántida, quienes habrían llegado a evaluar incluso la posibilidad de iniciar un juicio para resolverlo. Sin embargo, la solución apareció. Según afirmó el alcalde fue mediante un proceso “completamente transparente” en el cual se definió qué es lo que tenía que hacer cada una de las partes.
“El privado tuvo que ceder un montonazo, aceptar la posibilidad de inversión y no especular con que un día puede ganar un poquito más, sino cerrar el mecanismo. Por su parte la Intendencia cumplió a rajatabla con todos los pasos”, apuntó.
“El gobierno departamental agilizó los procesos, evacuó todas las dudas con diligencia, para quedar de cara a un proceso en el que seguramente va a haber alguna ecuación tributaria durante el tiempo que dure la construcción, que seguramente no van a ser dos Pesos. A partir de ahí, el privado aceptó la propuesta del grupo inversor”, agregó, aunque no ofreció datos respecto a quienes integran el mencionado grupo.
La deuda del Edificio Portofino en cuanto a la contribución se encuentra al día y el permiso de construcción estaría otorgado. En cuanto a su estructura se ha inspeccionado y se informó que se encuentra en condiciones para continuar adelante con los trabajos. Existe un adelanto en el sistema sanitario que se mantiene óptimo aunque algunas de las aberturas que se colocaron deberán ser cambiadas.
El grupo inversor dispondrá de 45 apartamentos para comercializar y deberá resolver la situación de 15 propietarios de los originales, diez de los cuales han manifestado la intención de llegar a un acuerdo, ya sea vendiéndole sus propiedades a los inversores o invirtiendo un poco más para quedarse con su apartamento y cumplir así un viejo sueño de la familia.
No hay duda. En junio o julio del año 2021 Atlántida cerrará un ciclo, cuando esa mole gris se transforme en un moderno edificio de apartamentos. Eso cambiará el paisaje de la ciudad para bien y, según opina su alcalde, dinamizará el sector de la construcción acercando a nuevos inversores. “Yo atendí por lo menos a cuatro o cinco inversores interesados por lo del plan parcial en la construcción de edificios de altura para la avenida Artigas. El primer pero que te ponen es cómo van a hacer para vender Atlántida con un edificio a medio construir en el centro de la ciudad desde hace tantos años. Por eso, digo que con todo esto muchas cosas van a cambiar para mejor. No tengo dudas”, concluyó.