Tips de imagen – Por Jimena Nogueira.
Cierto estilista francés no entendía por qué, si un corte era perfecto, a veces el resultado final no era el esperado. Por qué, si la modelo tenía rasgos hermosos, ese estilo no le favorecía. Luego de una intensa investigación estudiando a fondo los rasgos, las líneas y los relieves de cada persona, creó una técnica basada en el estudio del rostro. Entendió que los cortes y peinados lucían de una manera u otra según la fisonomía de su rostro. Descubrió que todos tienen un boceto de forma geométrica, y que la figura ideal sería la ovalada. Por ello mismo habría que crear un diseño y un countouring que visualmente diera la sensación de oval, sea cual sea el estilo real. Jugar con ilusión óptica, no es que un rostro sea mejor que el otro, se trata de poder resaltar las características y equilibrar sus rasgos. ¿Cómo saber de qué estilo es mi rostro? ¿Qué corte me favorece? A continuación, y una breve guía:
Rostro ovalado: Es un corte de rostro que tiene equilibrado su longitud y su amplitud, es el rostro al que todo le queda bien, que no necesita correcciones.
Rostro alargado: Es muy parecido al ovalado, pero un poco más largo. Es muy fácil de equilibrar, lo tengo que rellenar, puede ser agregando un cerquillo o cortándolo recto y con un buen rebaje en los lados. Siempre tengo que dar volumen, pero en los laterales. Evitar línea al medio, cortes en V y el cabello muy lago y lacio.
Rostro redondo: Este estilo es inconfundible, es más ancho que el ovalado, pero también tiene formas suaves y redondeadas. Es el típico de mejillas carnosas, el angelical, el que nunca envejece. El objetivo, en este caso sería alargarlo, puede ser aportando volumen en la zona de arriba, un estilo de corte asimétrico también crea ilusión de longitud. Los flequillos de lado siempre van muy bien. Evitar cortes cascos, cortes tazas, rectos encima de la mandíbula, cerquillos rectos y líneas al medio.
Rostro cuadrado: Al igual que el redondo, es más ancho que el ovalado, pero con la frente más cuadrada y el maxilar muy marcado. En este caso, lo ideal sería alargar el rostro y suavizar las líneas. Aquí es importante evitar cortes bob y las líneas horizontales, como raya al medio y cerquillo. Es posible suavizarlo con mechas y le van muy bien las ondas.
Rostro corazón: La frente es ancha y la mandíbula es estrecha. Acá sería positivo aportar volumen y movimiento en el mentón. No le favorece, por ejemplo, la frente despejada ni el volumen desde arriba.
Rostro de pera: Frente estrecha y mandíbula más ancha. Importante enmarcar el rostro con volumen y movimiento. Cuidado con los cortes bob y el volumen desde abajo.
Rostro Diamante: Tiene 6 lados, frente y pera más estrechos, mandíbulas y mentón bien anchos. Aquí hay que disminuir la anchura del rostro aportándole movimiento en sus laterales, pero hacia adentro. Le favorece el volumen desde arriba y abajo. Nunca en los costados.
