Cuando en nuestra edición del mes de octubre adelantamos que la famosa “Noche Blanca” de La Floresta se realizaría en el mes de diciembre, varios mensajes llegaron a nuestra redacción respecto a ciertas dificultades que podrían surgir debido al cambio en el calendario. Lo cierto es que, a juzgar por lo que vimos en la noche del sábado 2 de diciembre, la decisión de la organización fue positiva, y creemos que alcanzó los objetivos deseados.
La fiesta volvió, lo hizo con mucha fuerza y con el agregado de que sirvió como escenario para el lanzamiento de la temporada estival de la Intendencia de Canelones. El Intendente Yamandú Orsi, el Director de desarrollo económico, Horacio Yanes y la directora de turismo, Ximena Acosta, entre muchas otras autoridades, hicieron uso de la palabra ante un numeroso público. En próximas publicaciones profundizaremos en los detalles de dicho lanzamiento.
Pero volviendo a la fiesta, podemos afirmar que mantuvo su espíritu y su nivel. Siempre proponiendo cosas novedosas para toda la familia. No faltaron los efectos lumínicos, ni los números musicales de los más variados estilos. En uno de los sectores, la calle se convirtió en un enorme taller a cielo abierto, en el que decenas de pintores trabajaban sus lienzos ante la presencia de los visitantes. Números de danza, de humor y de circo, se pudieron disfrutar a lo largo del paseo, en tanto que obras de arte en arena y las pinturas en tiza sobre el pavimento que aportó Rotary Atlántida, sorprendieron por su originalidad.
Por otro lado, los aromas que surgían de los diferentes puntos gastronómicos invitaban a los caminantes a buscar una mesa y disfrutar de una buena variedad de comidas. Muchos optaron, simplemente, por tomar alguna cervecita artesanal, aprovechando una noche verdaderamente hermosa.
En fin, como quedó claro, “La Noche Blanca” se mantiene vigente. Sigue siendo una de las citas más importantes de toda la Costa Canaria. Una fiesta para los sentidos, como pocas.
