Un debate que está creciendo por el barrio es el del bienestar animal y las medidas que va tomando el gobierno en un tema de tanto interés para la población.
Estos días el tema en cuestión es el “chip” para perros, impulsado por la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (COTRYBA) que está desde hace un tiempo generando el Registro Nacional de Animales de Compañía (RENAC). En los medios de prensa aparece como “Obligatorio, que se comenzará a exigir a partir de Septiembre, que se va a multar a los que no lo tengan y que hasta llegarán a retirar perros a los humanos que no cumplan con ese requisito”. Requisito que obviamente tiene un costo para el humano o la humana en cuestión. (Si yo fuera “mal pensado” podría llegar a pensar que es un “nuevo impuesto” o que “algún amigo” se verá beneficiado con la venta de chips, más de 1 millón y medio de perros con dueño, multiplicado por 3 o 4 dólares por chip, sumado el costo de la operación, más las multas es mucha plata, pero mejor no desviemos el tema ya que no siempre se trata de dinero… aunque tantas veces lo parezca).
La principal ventaja del chip es si el perro se escapa, se extravía o te lo roban, tenés más chances de que si se encuentra un perro similar, lo puedan asociar a vos y la familia vuelva a unirse.
Además de lo anterior, uno de los problemas que hemos vivido en los últimos tiempos es el ataque por parte de canes que han llegado a desfigurar vecinas y vecinos, y hasta matar o comerse a alguien en alguna oportunidad. A veces por parte de jaurías salvajes, pero otras tantas veces por parte de perros con dueños “responsables”, y dichos “responsables” de esos animales no se hacen cargo, por lo que nadie paga por el daño causado a las víctimas. En este último caso sería de mucha utilidad el chip ya que de ocurrir algo similar (con un perro con chip), al menos podríamos ubicar a los verdaderos responsables. Este tema es el más preocupante para muchos vecinos del barrio que conviven diariamente con perros al asecho.
Otro enfoque del tema en cuestión es el mensaje que se recibe según los medios de comunicación por parte del gobierno: “se comenzará a fiscalizar y el que no cumpla con tener el chip, será multado y hasta se le podrá sacar el perro”. Si esta última amenaza es cierta, la misma sería casi una tomadura de pelo a los que hace años vienen rescatando perros de las calles, a los refugios de animales y a la población toda. ¿Qué harán con los perros secuestrados? ¿los matarán o los tendrán bien cuidados hasta que alguien coloque el chip o pague la multa? ¿Harán una perrera con nombre “progre políticamente correcto”?, algo como “Instituto nacional de rehabilitación de canesdescendientes discapacitados de chip”. Es todo muy confuso. ¿Por qué no han usado ese “centro de detención de perros con dueño y sin chip” como “campo de refugiados de perros que están necesitándolo por no tener dueño”?
Me viene otra duda, ¿Qué van a hacer los cuerpos inspectivos si llegan a una casa en la que hay muchos perros y perras que han sido rescatados de las calles o de una volqueta o en un baldío o en una caja cerca de un centro poblado? (ya tenemos en el barrio instalada esa cuestión y malestar con las fiscalizaciones de zoonosis y la patente obligatoria). Imagino que por tratarse de una comisión que tiene como fin el bienestar animal se les dará a esas personas alimento para los perros y perras, o se les brindará una solución habitacional, o se pondrán en campaña para conseguir hogares transitorios y/o definitivos a los animalitos, o al menos se les brindará el chip de forma gratuita así como la colocación de los mismos. Eso teniendo en cuenta que el verdadero fin sea el Bienestar Animal.
En tiempos de despertar de consciencia cada vez más grande, es muy importante que todas las vidas sean respetadas, y también es muy importante ser transparentes y tener los objetivos claros en busca de un fin más alto que el individual.
Si la idea es el bienestar animal, hay bastantes perros y perras ya rescatados por alguien o aún deambulando por las calles de nuestro país, en busca de comida, agua y afecto, que bien podrían ser ayudados por el gobierno y llevados a algún sitio para ser castrados, vivir bien alimentados y con cariño hasta su adopción, se podría hacer énfasis en desestimular la venta y fomentar la adopción responsable de los perros que no tienen hogar.
Si el enfoque es la responsabilidad penal o civil del dueño o dueña del perro o la perra, el chip podría ser de utilidad principalmente con las razas “mal llamadas” agresivas pero que han sido más partícipes de situaciones de daño físico a humanos y humanas.
Si la idea es recaudar, hacer énfasis en la obligación del chip, la multa y la amenaza de secuestrarte a un miembro de tu familia será la opción.
Como siempre se confunden los motivos, se mezclan las medidas y se disfrazan cosas tituladas con palabras más bellas, hoy le tocó al Bienestar Animal.
¿Cuál es la mejor solución? ¿Qué está bien o qué está mal? Eso como siempre depende del cristal con que se mire, de la crianza que uno tenga, del entorno sociocultural y/o de los intereses personales o colectivos.
¿y vos qué opinás?