En la tardecita del miércoles 17 de mayo en la playa de Las Vegas, a unos doscientos metros de la desembocadura original del arroyo Solís Chico, vecinos de la zona encontraron los restos de un animal marino, de raro aspecto y enorme tamaño, que llamó la atención de todos.
Muchos se arrimaron para verlo personalmente y aprovecharon para subir decenas de fotos en las redes sociales, que se viralizaron rápidamente. De inmediato todos comenzaron a preguntar de qué animal se trata. La mayoría se inclinó por un calamar gigante. Pero, si lo que pudimos averiguar es correcto, estamos frente a un ejemplar de una BALLENA RORCUAL, macho, de unos doce metros de largo y entre seis o siete toneladas de peso, que habría muerto hace cerca de tres semanas y que las corrientes marinas trajeron a nuestras arenas.
Las autoridades están aguardando la autorización de DINAMA, para que puedan bajar a la playa las máquinas que trasladen los restos de la ballena, hacia un lugar donde pueda ser enterrada.